viernes, 14 de agosto de 2009

Darlyn, game over.

Tú:

¿Cuántas cartas que jamás has leído te he escrito? Bueno esa no es la pregunta en realidad es ¿Cuántas veces he dicho que esto había acabado cariño? Cuando llegue a las 100 dejé de contarlo, había perdido totalmente la credibilidad hasta que me senté aquí a escribirte por última vez.
Un día caluroso de verano hace cuatro años empezamos un juego al que yo ya no puedo jugar ni un segundo más; han pasado muchísimas cosas en este tiempo maravillosas y a su vez dolorosas pero ahí están, en nuestras memorias y eso no lo podemos cambiar por mucho en que nos empeñemos, ninguna de las dos partes es posible borrarla como si de un archivo de Word se tratara.
Hasta hace relativamente poco me empeñaba en que lo bueno ganaba a lo malo, que sinceramente me compensaban las sonrisas y las lágrimas pero ¿a quién pretendo engañar? No es así, porque las sonrisas ahora mismo escasean y la ironía te desborda ¿qué clase de amistad crees que puedo ofrecerte si al instante que decido darte una oportunidad me golpeas con más fuerza aún?
Te he querido lo que a nadie en esta vida, he arriesgado, he callado, reído y llorado por ti, he antepuesto muchísimas cosas por tu simple presencia, he destrozado relaciones para no perderte y tu ni siquiera valoras eso porque tu egoísmo te ciega; yo perdí a una persona que me quería muchísimo por ti y ni siquiera rechisté pero la cruel soy yo por haberle conocido.
La vida es dar y recibir, pero tú pretendes sinceridad dando silencios, amor a cambio de dolor y que siempre te perdone valorando los buenos recuerdos eso sí los malos no sirven a la hora de enfadarse.
Me has dado mucho y sinceramente quiero agradecértelo, se que sin tu aporte estos cuatro años yo no sería la misma, me has enseñado a sentir muchas cosas y hemos vivido juntos momentos inolvidables, pero ha llegado la hora de hacer caminos diferentes, de que tu vivas tu vida y yo la mía.
Te he dejado jugar conmigo o convencerme muchas veces, y no es culpa de nadie que no sea yo pero tú día tras día me demuestras que he perdido casi cuatro años de mi vida porque aunque te lo diga, te grite o te lo escriba no lo entiendes, no entiendes que me haces daño, que abres heridas ya cicatrizadas, que intentas colarte en mi pero ya no hay un hueco para ti o al menos no esté ese lugar que siempre has ocupado.
Y Estoy harta, cansada, fatigada, agotada y todos los sinónimos que puedas encontrar de tus reproches, de tu ir y venir, de justificarme ante ti, de que me mires exigiendo una explicación y no lo hagas cuando yo te suplico más que un no se.
¿Y sabes que? Tienes razón en una cosa, parecemos niños, bueno no, yo parezco una niña...o quería parecerlo al mirarte a ti, así no vería como y cuando te has aprovechado de la situación, así no sentiría el dolor y con un simple abrazo arreglaríamos todas las lágrima ¡ojala fuese una niña inocente! Así todo daría igual, tú podrías seguir en tu línea pero yo ya no puedo fingir más, me duelen los ojos de tanto cerrarlos y los oídos de tanto tapármelos.
¿Qué fue concretamente lo de la otra noche? Un alarde de orgullo, una vena transitoria o quizás tu lado sincero por fin…no lo sé, pero me hiciste ver que es imposible que seamos amigos sin discutir, sin que cada tres meses te enfades por algo o algo te siente mal, es completamente imposible y yo ya no puedo más; no puedo ni quiero seguir preocupándome por el estado en el que está nuestra relación, por si decides ir o venir, por si un día me quieres como un loco y solamente para ti a pesar de la situación de mi vida y al siguiente ya no estás…tus cambios de opinión acabarán por trastornarme y sinceramente no creo que me lo merezca porque siempre que he podido he estado ahí y cuando has necesitado una amiga he sido la primera en estar, porque lo he dado por ti, me he quedado sin cartas y he apostado todo lo que tenia por nuestra amistad ¿para qué? Para que vengas a decirme que escuchas conchita o para que me digas que sueñe con lo más bonito que me ha pasado en la vida; si es que la culpa es mía por intentar creer en que de verdad ibas a ponerle ganas a esto, en que de verdad íbamos a intentar sacar adelante lo que quedaba de nuestra amistad pero no es así y yo sola no voy a tirar de esto cuando la que sale siempre perjudicada soy yo.
Hoy te regalo mis noches en vela, mi dolor, el vacío que en su día dejaste y el clínex como el que me hiciste sentir, te lo regalo todo, lo mejor y lo peor todo para ti desde las estrellas hasta la luna llena, aprovéchalo.
Cada una de estas letras me está doliendo más de lo que esperaba porque esto convierte en oficial lo que ambos sabemos, que ya no hay mas, no hay futuro por el que luchar, ni razones para fingir normalidad.
Debería sacarte aquí muchas cosas más pero me dirás que siempre voy a lo mismo, pero la cuestión es que no entiendes por qué hablo de eso, pero ¿cómo no puedes entender que no sea capaz de olvidar la vez que más daño me han hecho en la vida? Una vez más se la respuesta, no lo ves porque pones tus verdades como absolutas sin ni siquiera considerar cómo me sentí al recibir una disculpa un año tarde o un te quiero con años de retraso; porque sueltas las cosas de repente, sin explicarte, sin hacer más que decirlo mirar al suelo y esperar que remodele mi vida, que la acople a la tuya y que nos vayamos a comer perdices con la cenicienta y el mundo real no funciona así, no puedes pedirme que olvide con tres palabras ni pretender que finja que nada ha pasado cuando a la mínima que alguien que no eres tú se acerca demasiado y tú ya estás saltándole al cuello.
Me estremezco al pensar como hemos acabado, al plantearme que no estarás o al ser conciente de que no escribiré una sola línea más esperando que la leas pero es lo mejor para ti y para mí no podemos seguir haciéndonos daño, estoy cansada de todo esto así que lo único que te pido es que seas muy feliz, ojala hayas aprendido algo de mi en este tiempo y en un futuro pueda serte útil. Cuídate mucho y disfruta que para eso esta la vida. Hazme un último favor, no te aferres a una causa perdida, creo que hemos intentado de todas las formas arreglarlo.
Gracias por cada dieciséis y diecisiete del calendario, en su momento me motivaron a seguir luchando por esto.



PD: hoy si que me escapo, pero sin nuestra historia entre mis dedos.



Adiós.

3 comentarios:

Beita dijo...

me encanta, me has echo llorar..
creo profundamente que te ha salido del alma, pero estoy desconcertada, es realidad o ficción? y si es así.. por quien va? ..
enfin, ya hablamos por el msn.
te quiero agus!
y tengo muuuuuuuchas gnas de verte (:

Ayelén Otero. dijo...

Me se cada historia,cada discusion y cada momento con el.
se que te ha echo más daño que cualquiera, se lo que es el para ti.
y sabes lo que pienso al respecto
te toca ser feliz sabes?
y de una manera u otra has aprendido a no vivir de el, y yo se que tarde o temprano esto quedará en un pasado , elno te merece y lo sabes
te quiero muchisimo , este martes promete(L)

Ela dijo...

cuantas historias suceden y las dejamos pasar!!


saludos